Más allá del despecho y de que sus protagonistas son de EEUU, los lectores que han seguido las vivencias de la exmiss que secuestró y violó a un mormón en 1977 encontrarán pocas similitudes con este nuevo caso. Primero, porque la protagonista de la siguiente historia solo había mantenido relaciones con su amado a través del mundo virtual de Second Life. Segundo, porque en esta ocasión, el rapto no llegó a consumarse y la mujer solo se enfrenta a los cargos de intento de secuestro, entrada ilegal en domicilio ajeno y amenazas agravadas.
Kimberly Jernigan, de 33 años, inició hace un tiempo un romance on line con un hombre de 52 años identificado como Lion. Todo iba perfecto en el ciberespacio, hasta que la pareja se conoció en persona y ella le dio tan mala impresión a su amado que este cortó la relación.
Desazonada, Jernigan no quiso resignarse y, a principios de este mes, se plantó en el lugar donde trabajaba Lion, en Pennsylvania. Allí, intentó secuestrarlo a punta de pistola, pero fracasó. Sin embargo, ella no desistió.
La obsesión de la mujer era tal que se hizo pasar por empleada de Correos para obtener la dirección de la víctima. Y la logró. Pero él, temeroso, ya se había mudado a Claymont.
Tras cuatro días de indagaciones, el jueves pasado, Jernigan encontró la nueva casa de Lion, cortó la malla de una ventana y se coló en la vivienda a la espera de su examante. Este llegó poco después, pero al ver que alguien le apuntaba con una linterna, decidió huir y llamó a la policía.
Cuando los agentes fueron al apartamento, hallaron unas esposas, una cinta adhesiva, un artefacto de descarga eléctrica y una pistola de aire comprimido. La mujer había escapado con su coche, pero fue detenida poco después en el estado de Maryland.
Kimberly Jernigan, de 33 años, inició hace un tiempo un romance on line con un hombre de 52 años identificado como Lion. Todo iba perfecto en el ciberespacio, hasta que la pareja se conoció en persona y ella le dio tan mala impresión a su amado que este cortó la relación.
Desazonada, Jernigan no quiso resignarse y, a principios de este mes, se plantó en el lugar donde trabajaba Lion, en Pennsylvania. Allí, intentó secuestrarlo a punta de pistola, pero fracasó. Sin embargo, ella no desistió.
La obsesión de la mujer era tal que se hizo pasar por empleada de Correos para obtener la dirección de la víctima. Y la logró. Pero él, temeroso, ya se había mudado a Claymont.
Tras cuatro días de indagaciones, el jueves pasado, Jernigan encontró la nueva casa de Lion, cortó la malla de una ventana y se coló en la vivienda a la espera de su examante. Este llegó poco después, pero al ver que alguien le apuntaba con una linterna, decidió huir y llamó a la policía.
Cuando los agentes fueron al apartamento, hallaron unas esposas, una cinta adhesiva, un artefacto de descarga eléctrica y una pistola de aire comprimido. La mujer había escapado con su coche, pero fue detenida poco después en el estado de Maryland.