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Se prohíbe jugar a banqueros



La quiebra el pasado mes de agosto del banco Ginko Financial ha terminado por decidir esta semana a los responsables de Second Life, la empresa Linden Labs, a prohibir dentro del juego "cualquier tipo de actividad que suponga la oferta de intereses o inversiones retribuidas".

Los rumores aseguraban de que las autoridades de California -de cuyas leyes depende en el mundo real Linden- estaban dispuestas a intervenir ante las demandas de los perjudicados por la quiebra de Ginko.


Aunque las imposiciones en Ginko Financial se hacían en lindens, la moneda virtual, ésta se adquiere a su vez en muy reales dólares o euros. De esta forma, los 200 millones de lindens depositados en Ginko en el momento de su cierre han supuesto pérdidas por valor de 750.000 dólares (al cambio, alrededor de 500.000 euros).

Según el experto en cuestiones legales de Second Life Benjamin Duranske, que mantiene un blog al respecto, le consta que varios inversores perdieron cantidades por encima de los 10.000 dólares (6.800 euros), si bien la mayor parte eran imposiciones pequeñas, de hasta 100 dólares (68 euros) al cambio.

Ginko ("banco", en japonés) ofrecía rentabilidades de un 0,1% diario, es decir, un 44% acumulado anual.

Antes de su cierre ya se le acusó de ser una estructura piramidal, si bien consiguió existir tres años y medio antes de desaparecer. Su página web ginkofinancial.com se mantiene activa.

En un comunicado oficial, la empresa Linden Labs pide "educadamente" a los bancos supervivientes -algunos de ellos con rentabilidades igualmente increíbles en el mundo real- que cumplan sus compromisos con sus clientes y liquiden su actividad antes del 22 de este mes. En cualquier caso, sigue siendo posible cederle a alguien dinero para que lo guarde, aunque esta posibilidad es un poco absurda dado que el dinero virtual no estorba abultando las carteras.

El pasado agosto, la credibilidad de Second Life ya sufrió un serio revés cuando se vio obligada a prohibir cualquier actividad de apuesta, tras invitar al FBI a realizar una investigación al respecto y detectarse infracciones de la normativa federal.