Reuniones, conferencias y programas de capacitación en un mundo virtual 3D como Second Life pueden ser más atractivos y productivos que las tradicionales sesiones en línea y las llamadas telefónicas, y mucho menos costosas que las reuniones frente a frente que requieren de viajes. Pero algunas compañías no desean enfrentar los riesgos de seguridad y compliance por usar una plataforma pública y están, en cambio, optando por mundos virtuales privados creados detrás del firewall corporativo.
“Una vez que está en tu plataforma, detrás de tus paredes, tiene la misma seguridad que cualquier otra aplicación intranet”, sostiene Steven Russell, científico investigador de Siemens Corporate Research. Los empleados de Siemens estudian prototipos de productos usando OpenSim, una plataforma de código abierto que simula la interfaz de usuario, contenido y scripting de Second Life.
De acuerdo a Candemir Toklu, gerente de programación de Sistemas de Conocimiento y Decisión de Siemens Corporate Research, cuando los empleados representados por avatares se encuentran en una locación común con el modelo virtual de un producto, pueden discutir con mayor facilidad sobre su apariencia, funcionalidad y relación con el medio ambiente, todo sin incurrir en costos de viaje o invertir en tecnología de hologramas como la de Star Trek.
Aunque la adopción de ambientes virtuales aún no ha despegado, Gartner espera que con el tiempo ganan popularidad plataformas seguras y amigables para con las empresas. “En algún punto, esperaría que sea tan natural ir a un ambiente virtual como lo es hacer una llamada telefónica o ir a una sala de conferencias”, señala la analista Carol Rozwell.
Otra compañía que se pasó de Second Life a OpenSim es Preferred Family Healthcare, una organización sin fines de lucro para el tratamiento de abuso de sustancias de Missouri con 29 locales que dan servicio a 12 mil personas al año. El año pasado, recibió una donación de 865 mil dólares del Departamento de Salud y Servicios Humanos para un proyecto de un mundo privado que corre sobre OpenSim. “Nos gustó la inmersividad de Second Life, pero no nos gustaba su naturaleza pública”, señala Dick Dillon, vicepresidente senior de Planeamiento y Desarrollo. Con OpenSim “ningún externo tiene acceso”, señala, asegurando que la empresa cumple con las regulaciones sobre confidencialidad.
De acuerdo a Dillon, la terapia virtual funciona tan bien o mejor que la terapia frente a frente en todas las áreas. Además, los clientes en el programa virtual participan en dos veces y media más actividades y se mantienen conectados con su terapia por más del doble de días que los clientes que asisten a sesiones presenciales, señala.
Aun así, los mundos virtuales tienen algunos riesgos. Las plataformas 3D inmersivas están hechas a la medida para el juego de roles, que es bueno para los juegos y las simulaciones de capacitación pero que podrían generar comportamientos inapropiados. Ese es un problema en lugares públicos como Second Life. “Estaba haciendo una presentación a una audiencia de abogados en Second Life, y estaba en una isla de IBM y un avatar con una vestimenta muy inapropiada caminó hacia mí y comenzó a realizar un comportamiento romántico”, señala Robert Scott, managing partner del estudio de abogados especializada en propiedad intelectual y tecnología Scott and Scott.
Los mundos privados virtuales no son completamente seguros tampoco. “Como es virtual”, afirma Scott, “los empleados podrían creer que hay cierta ambigüedad”.
Via: Maria Korolov, CIO (Estados Unidos)
LOTD #1300: Born with a broken heart
Hace 7 horas