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Juegos

-De moda el fenómeno de los «gold-formers», los chinos juegan, mejoran a los personajes y venden...
-Sí, en otros países también. Se cambia dinero real por dinero virtual, se genera economía en el servidor. Es cierto que se dan esas subastas, pero cada vez está más controlado. Los juegos se han autoregulado, pueden casi destruirte el personaje, «banear».
-¿Hay lavado de dinero en este negocio?
-No es eso exactamente, no es dinero residual. Hay grupos de jugadores organizados que se turnan durante horas y consiguen un personaje evolucionado. En «Second Life» ya se dio el primer paso de lo que iba a existir, hubo gente que especulaba con los terrenos y sacó dinero real. Alguien consiguió un millón de euros.
-Parecido al «Monopoly», pero con dinero contante...
-La gente gasta tiempo y compra tiempo. Sin embargo, el fenómeno más inquietante es que no tiene localización geográfica. Hay algunos juegos de éxito notable, a nivel internacional, donde participan 15 millones de jugadores que pagan. Un negocio difícil de controlar.
-¿Se genera más competitividad entre los jugadores?
-No sé si más, pero una gran competitividad, se amplía.Hay programas colaterales de ordenador para controlar al contrario, qué puntuaciones tiene, cómo va, etc. Además, estás en un ranking mundial.
-Está cambiando ya la consideración social del videojuego...
-Sí, los que jugaban hace 25 años son los que están ahora en el poder. El perfil del máximo consumidor está en los 36 años. Ahora, tu abuela juega también a la consola. Esto lo saben Google y Microsoft, competidores natos en tecnología punta.
-Lleva mucho tiempo con su nueva propuesta, «The Lord of Creatures».
-No se pueden correr riesgos, trabajar con plantillas grandes es frágil. El proyecto está en fase «beta cerrada», hay jugadores de cuatro países testando. Es el primer «Triple A» en la modalidad «Free 2 play», una nueva dinámica vinculada al tiempo real y criaturas que evolucionan. Será en formato duelo.
-¿Cómo ve el «Gamelab», la feria española del videojuego?
-Hay que cuidarlo, es un escaparte serio y maduro. Aquí no hay cuatro «frikis» en un garage. En esto hay empresas con planes de negocios y manejando entre el 60 y 65 % del ocio mundial

visto:ABC.es